La periostitis tibial es una lesión incapacitante que padecen los deportistas, en concreto los corredores. Una patología que cursa de manera habitual desde una molestia inicial en la parte anterior de la tibia, con sensación de quemazón y pequeños calambres, hasta que el dolor impide continuar el ejercicio. Veamos todos los detalles.
¿Qué es y cuáles son sus causas?
Al hablar de una lesión deportiva no debemos pensar que solo los atletas de élite pueden padecerla. Cualquier runner aficionado o cualquier persona son posibles pacientes a tratar. Todo comienza por analizar los factores que desencadenan la lesión y tomar las medidas preventivas adecuadas para evitarla.
Observamos corredores que utilizan un mal calzado para su actividad deportiva; un condicionante esencial de la biomecánica de la marcha que puede desencadenar la lesión. Los otros dos factores a tener en cuenta son la superficie y la pisada.
El asfalto es la superficie más dura sobre la que podemos correr, y en ella pueden producirse microtraumatismos repetitivos que se transmiten por el eje tibial provocando una inflamación del periostio (vaina fibrosa que cubre la tibia). La pisada en la carrera del deportista (neutro, pronador o supinador), las sobrecargas y elementos comunes con otras patologías (mala nutrición, estrés, cansancio, etc.) son también motivos de aparición de la periostitis tibial.
Síntomas y tratamiento
Uno de los primeros signos de esta patología es la aparición de dolor en la tibia ?en la zona de la espinillaque a menudo cursa con síntomas variables según evoluciona la afección.
- Al principio, el dolor en la espinilla surge únicamente después de haber realizado ejercicio, como una molestia.
- A posteriori, el dolor va en aumento incluso al hacer movimientos o ejercicios. La zona dolorida persiste y puede llegar a empeorar hasta ejercer tensiones en la pierna.
- De manera progresiva, partiendo de la zona del tercio proximal o medial de la pierna, la sensación de dolor es la que limita el ejercicio e incluso la carrera.
- Al final, la tibia duele incluso estando en fase de reposo, sentado, acostado o haciendo cualquier actividad que no requiera alta demanda física. El dolor puede alcanzar el pie.
La prevención y el cambio de hábitos son básicos paraevitar la periostitis. Para corredores tres consejos: modificar las rutinas en los ejercicios, no descuidar los estiramientos previos al ejercicio y contar con el equipo adecuado. Si el daño ya está hecho: vendajes compresivos, aplicar frío y acudir a un fisioterapeuta.
La periostitis tibial es una lesión deportiva que incluso puede llegar a aparecer debido al estilo de vida sedentario, la obesidad o el estrés. Factores de riesgo que una clínica de fisioterapia, rehabilitación y readaptación puede ayudarte a corregir. Contáctanos, estaremos encantados de atenderte.